Un mito es un conjunto de creencias e imágenes idealizadas que se forman alrededor de un personaje o fenómeno y que le convierten en modelo o prototipo. Osea, algo que se toma como realidad pero que es falso.
Me he encontrado con algunos mitos en el equipo de alabanza, quisiera compartirlos. Sé que existen muchos más pero quiero escribir acerca de los siguientes:
Mitos de los músicos
1- No ensayo, quiero que Dios fluya libremente: Una cosa es permitir que Dios fluya a través tuyo, considerando que eres una persona que se ha capacitado musicalmente, y otra muy distinta usar a Dios como tu excusa para justificar tu mediocridad. Las cosas fluyen mejor cuando tienes una base. No descarto que algunas veces la improvisación es necesaria, pero no es la regla.
2- El ensayo general es el único momento para ensayar: Al ensayo tienes que llegar con los temas ya aprendidos y ensayados en tu casa, nada más tedioso que tener que esperar a que el tecladista saque la canción por primera vez, o que el guitarrista se aprenda los acordes correctos en medio ensayo.
3- Después de tocar se acaba mi participación: Equivocado, aunque hayas terminado de tocar tu conexión no termina ahí. Te sientas adelante y pones atención al mensaje, estás listo para subir en el momento en que se indica.
4- Cuando digo sí quiero decir tal vez: Te comprometes con un «sí» y el día del servicio no llegas. Nadie supo que pasó. Resulta que te fuiste a tocar a otro lado donde te daban una mejor ofrenda, o simplemente no pusiste el reloj despertador. Los músicos que tienen esta mentalidad no son de confianza.
5- Los músicos no cantan: Los ves en la plataforma muy concentrados en su instrumento, listos para su solo. Los músicos deberían de estar cantando aunque no tengan micrófono. No se trata de que se aprendan los arreglos de voces, sino que participen de la alabanza y adoración, cantando, transmitiendo, conectando.
Mitos de los cantantes
1- Debo cantar con la misma potencia y los mismos arreglos del director: Las voces de fondo son exactamente eso, voces de fondo, de acompañamiento. Tienen que aprender a sonar como un grupo de voces cuya armonía y melodía están «amarradas», en otras palabras, se escuchan como una sola voz. Es necesario escuchar lo que los otros está haciendo y después hacer que tu voz se mezcle bien. Piensa como grupo, no como solista.
2- No hay necesidad de calentar mi voz: Después se están preguntando que por qué terminan «roncos» o no le llegan al tono. La ronquera viene por muchas razones: mala técnica, enfermedad, etc. Calentar la voz es indispensable para los cantantes, de hecho se debe preparar a todo el cuerpo, manos, pies, hombros, músculos faciales, lengua entre otras cosas. El estudio de canto es esencial para la buena técnica.
3- La presencia escénica no es importante: ¿Qué transmites cuando estás cantando? ¿Muestras seguridad, entusiasmo, alegría? ¿Crees lo que estás cantando? Alguna veces nuestro lenguaje corporal enseña otra cosa, por ejemplo que no te sabes la canción, que estás cansado, que no quieres estar ahí, que estás incómodo, nervioso, etc. No sabes que hacer durante la canción, si levantar las manos, cerrar los ojos, ver el techo o el piso. Mírate en un video y analiza lo que puedes mejorar. No buscamos centralizar la atención en nosotros sino ayudar a otros con lo que hacemos.
Mitos del sonidista
1- No tengo que ir al ensayo general: El ensayo general es el momento indicado para hacer prueba de sonido, ver los niveles de volumen y mezcla. Unos minutos antes del servicio es el peor momento para hacerlo.
2-Cuando viene el solo de un instrumento, hay que subir el nivel de éste en el mix de sala: El ingeniero sube el volumen de un instrumento en el solo, el músico también lo hace y así el volumen es excesivo; el ingeniero no conoce la forma de la pieza y tiene el nivel muy alto en el comping, o muy bajo (o cerrado) en el solo. Un buen músico conoce perfectamente los recursos dinámicos de su instrumento, y sabrá regular su volumen según lo requiera la pieza (estilo, forma, orquestación, etcétera). Lo ideal es mantener un volumen de sala estable, regular solamente algún exceso y dejar al músico manejar la dinámica de su instrumento. *
3- El sonidista es el encargado de mantener el orden en la plataforma: Eso es trabajo de todos los miembros. Los cantantes ordenan los cables del micrófono, en el caso de las mujeres, deberían asegurarse de mantenerlos limpios de pinta labios. Los músicos ordenan limpian sus instrumentos. Es un trabajo de todos, no es exclusivo del sonidista.
4- La música debe escucharse más fuerte que las voces: Todo lo contrario, las voces se deben escuchar más fuerte y claro. La música sirve a la letra. No se trata de la música, se trata del mensaje. Mezcla y combina bien el volumen de cada instrumento de tal manera que se puede apreciar todo lo que está sonando.
Mitos del líder / director de alabanza
1- Sólo los hombres pueden ser directores y líderes: Mentalidad machista e ignorante. Conozco casos donde una mujer es excelente directora de alabanza pero la tienen en una esquina, sentada, porque la ven como competencia. Que pena. Basados en un versículo, sin entender el trasfondo, la cultura o por qué lo dijeron, lo aplican hoy en día como si la mujer fuese menos. No seamos un obstáculo a lo que Dios quiere hacer, seamos plataformas donde la gente pueda crecer sin importar si son hombres o mujeres.
2- Mis músicos: Cuando puedas pagarles un salario con beneficios médicos entonces tienes todo el derecho de llamarles “mis músicos”. Las personas que sirven en el equipo contigo deberían ser tus amigos. Personas comprometidas a una misma visión. Cuando los vemos solo como músicos, sin darnos cuenta tendemos a verles como «desechables». Tenemos que tener cuidado con nuestras exigencias hacia ellos, recordemos que son personas con familia, que trabajan o estudian y que sirven contigo en el mismo equipo.
3- Soy el líder, lo sé todo. A este tipo de persona no se le pueda dar ninguna sugerencia porque lo cree saber todo. Abramos nuestro oído a lo que los demás quieren decirnos. Aprendamos a escuchar con atención. La persona altiva es insoportable. Permitamos que las personas puedan opinar o abrir su corazón cuando no están de acuerdo con algo. Aceptemos que no lo sabemos todo, así seremos perdonados más rápido cuando nos equivocamos. Estas son frases que debemos decir más a menudo, «lo lamento, estaba equivocado», o «me gusta tu sugerencia, vamos a trabajarla».
4- El músico bueno tiene acceso inmediato: Debido a que no tenemos a un bajista, baterista, u otro músico, abrimos la puerta muy fácilmente a una persona nueva, solo por el hecho de que es buen músico o porque es justo lo que necesitamos. Debemos tener sabiduría en esto, examinemos su carácter, su humildad, cómo se lleva con los demás. Desarrollemos una amistad primero, después, a través de un proceso podremos integrarlo poco a poco al equipo.
Mitos generales
1- Se dice a una hora para llegar a otra: Que falta de respeto a las personas que llegan a tiempo. Justificamos nuestra irresponsabilidad con eso de que «los latinos no somos puntuales». Si el ensayo es a las 7:30 p. m. entonces llegas antes para preparar tu instrumento, ya sea para afinar o encender el equipo. El líder es ejemplo. Hay un dicho que dice: «Si no puedes llegar a tiempo, llega antes».
2- Tenemos que cantar las canciones del momento: No todas las canciones que escuchas deberían ser cantadas en las congregaciones. Alguna de ellas ni siquiera tienen base bíblica. El director debe examinar cada canción con mucha atención y preguntarse lo siguiente: ¿dice lo que creemos o va de acuerdo a la visión de nuestra congregación? ¿La atención se centra en los arreglos musicales? ¿Tiene base bíblica?
3- Debemos grabar un CD: Como si fuera la fiebre del oro estamos ansiosos de grabar nuestro CD para que la gente nos conozca. Hoy en día es muy fácil grabar un proyecto musical, es tan fácil que casi cualquier persona puede grabar su CD. Grupos que con el afán de vender CD’s para viajar por el mundo, o para hacerse famosos, grabaron un álbum sin ningún tipo de preparación. No estoy en contra de grabar, solo que creo que un CD debería ser la consecuencia de un ministerio ya establecido, cuando Dios ha confirmado de distintas maneras de que ya es el momento. Grabemos con un propósito claro, extender el Reino de Dios en este tierra.
4- Se debe cantar la canción en el tono original: Cantantes como Israel Houghton, Coalo Zamorano, Freddy Rodríguez, BJ Putnan, etc, cantan en registros de voz muy alto. No tenemos por qué cantar en esos tonos, a veces ni la misma congregación puede hacerlo. Busca un registro donde todos puedan cantar sin tener que hacer explotar las venas de la garganta.
5- Alabanza son canciones rápidas, adoración son las canciones lentas: Desde el punto de vista musical el ritmo no determina esto, sino la letra. Alabanza y adoración es más que música, es una actitud. Las canciones nos ayudan a recordar las virtudes de Dios, lo que Él es y lo que Él hace.
Me he encontrado con algunos mitos en el equipo de alabanza, quisiera compartirlos. Sé que existen muchos más pero quiero escribir acerca de los siguientes:
Mitos de los músicos
1- No ensayo, quiero que Dios fluya libremente: Una cosa es permitir que Dios fluya a través tuyo, considerando que eres una persona que se ha capacitado musicalmente, y otra muy distinta usar a Dios como tu excusa para justificar tu mediocridad. Las cosas fluyen mejor cuando tienes una base. No descarto que algunas veces la improvisación es necesaria, pero no es la regla.
2- El ensayo general es el único momento para ensayar: Al ensayo tienes que llegar con los temas ya aprendidos y ensayados en tu casa, nada más tedioso que tener que esperar a que el tecladista saque la canción por primera vez, o que el guitarrista se aprenda los acordes correctos en medio ensayo.
3- Después de tocar se acaba mi participación: Equivocado, aunque hayas terminado de tocar tu conexión no termina ahí. Te sientas adelante y pones atención al mensaje, estás listo para subir en el momento en que se indica.
4- Cuando digo sí quiero decir tal vez: Te comprometes con un «sí» y el día del servicio no llegas. Nadie supo que pasó. Resulta que te fuiste a tocar a otro lado donde te daban una mejor ofrenda, o simplemente no pusiste el reloj despertador. Los músicos que tienen esta mentalidad no son de confianza.
5- Los músicos no cantan: Los ves en la plataforma muy concentrados en su instrumento, listos para su solo. Los músicos deberían de estar cantando aunque no tengan micrófono. No se trata de que se aprendan los arreglos de voces, sino que participen de la alabanza y adoración, cantando, transmitiendo, conectando.
Mitos de los cantantes
1- Debo cantar con la misma potencia y los mismos arreglos del director: Las voces de fondo son exactamente eso, voces de fondo, de acompañamiento. Tienen que aprender a sonar como un grupo de voces cuya armonía y melodía están «amarradas», en otras palabras, se escuchan como una sola voz. Es necesario escuchar lo que los otros está haciendo y después hacer que tu voz se mezcle bien. Piensa como grupo, no como solista.
2- No hay necesidad de calentar mi voz: Después se están preguntando que por qué terminan «roncos» o no le llegan al tono. La ronquera viene por muchas razones: mala técnica, enfermedad, etc. Calentar la voz es indispensable para los cantantes, de hecho se debe preparar a todo el cuerpo, manos, pies, hombros, músculos faciales, lengua entre otras cosas. El estudio de canto es esencial para la buena técnica.
3- La presencia escénica no es importante: ¿Qué transmites cuando estás cantando? ¿Muestras seguridad, entusiasmo, alegría? ¿Crees lo que estás cantando? Alguna veces nuestro lenguaje corporal enseña otra cosa, por ejemplo que no te sabes la canción, que estás cansado, que no quieres estar ahí, que estás incómodo, nervioso, etc. No sabes que hacer durante la canción, si levantar las manos, cerrar los ojos, ver el techo o el piso. Mírate en un video y analiza lo que puedes mejorar. No buscamos centralizar la atención en nosotros sino ayudar a otros con lo que hacemos.
Mitos del sonidista
1- No tengo que ir al ensayo general: El ensayo general es el momento indicado para hacer prueba de sonido, ver los niveles de volumen y mezcla. Unos minutos antes del servicio es el peor momento para hacerlo.
2-Cuando viene el solo de un instrumento, hay que subir el nivel de éste en el mix de sala: El ingeniero sube el volumen de un instrumento en el solo, el músico también lo hace y así el volumen es excesivo; el ingeniero no conoce la forma de la pieza y tiene el nivel muy alto en el comping, o muy bajo (o cerrado) en el solo. Un buen músico conoce perfectamente los recursos dinámicos de su instrumento, y sabrá regular su volumen según lo requiera la pieza (estilo, forma, orquestación, etcétera). Lo ideal es mantener un volumen de sala estable, regular solamente algún exceso y dejar al músico manejar la dinámica de su instrumento. *
3- El sonidista es el encargado de mantener el orden en la plataforma: Eso es trabajo de todos los miembros. Los cantantes ordenan los cables del micrófono, en el caso de las mujeres, deberían asegurarse de mantenerlos limpios de pinta labios. Los músicos ordenan limpian sus instrumentos. Es un trabajo de todos, no es exclusivo del sonidista.
4- La música debe escucharse más fuerte que las voces: Todo lo contrario, las voces se deben escuchar más fuerte y claro. La música sirve a la letra. No se trata de la música, se trata del mensaje. Mezcla y combina bien el volumen de cada instrumento de tal manera que se puede apreciar todo lo que está sonando.
Mitos del líder / director de alabanza
1- Sólo los hombres pueden ser directores y líderes: Mentalidad machista e ignorante. Conozco casos donde una mujer es excelente directora de alabanza pero la tienen en una esquina, sentada, porque la ven como competencia. Que pena. Basados en un versículo, sin entender el trasfondo, la cultura o por qué lo dijeron, lo aplican hoy en día como si la mujer fuese menos. No seamos un obstáculo a lo que Dios quiere hacer, seamos plataformas donde la gente pueda crecer sin importar si son hombres o mujeres.
2- Mis músicos: Cuando puedas pagarles un salario con beneficios médicos entonces tienes todo el derecho de llamarles “mis músicos”. Las personas que sirven en el equipo contigo deberían ser tus amigos. Personas comprometidas a una misma visión. Cuando los vemos solo como músicos, sin darnos cuenta tendemos a verles como «desechables». Tenemos que tener cuidado con nuestras exigencias hacia ellos, recordemos que son personas con familia, que trabajan o estudian y que sirven contigo en el mismo equipo.
3- Soy el líder, lo sé todo. A este tipo de persona no se le pueda dar ninguna sugerencia porque lo cree saber todo. Abramos nuestro oído a lo que los demás quieren decirnos. Aprendamos a escuchar con atención. La persona altiva es insoportable. Permitamos que las personas puedan opinar o abrir su corazón cuando no están de acuerdo con algo. Aceptemos que no lo sabemos todo, así seremos perdonados más rápido cuando nos equivocamos. Estas son frases que debemos decir más a menudo, «lo lamento, estaba equivocado», o «me gusta tu sugerencia, vamos a trabajarla».
4- El músico bueno tiene acceso inmediato: Debido a que no tenemos a un bajista, baterista, u otro músico, abrimos la puerta muy fácilmente a una persona nueva, solo por el hecho de que es buen músico o porque es justo lo que necesitamos. Debemos tener sabiduría en esto, examinemos su carácter, su humildad, cómo se lleva con los demás. Desarrollemos una amistad primero, después, a través de un proceso podremos integrarlo poco a poco al equipo.
Mitos generales
1- Se dice a una hora para llegar a otra: Que falta de respeto a las personas que llegan a tiempo. Justificamos nuestra irresponsabilidad con eso de que «los latinos no somos puntuales». Si el ensayo es a las 7:30 p. m. entonces llegas antes para preparar tu instrumento, ya sea para afinar o encender el equipo. El líder es ejemplo. Hay un dicho que dice: «Si no puedes llegar a tiempo, llega antes».
2- Tenemos que cantar las canciones del momento: No todas las canciones que escuchas deberían ser cantadas en las congregaciones. Alguna de ellas ni siquiera tienen base bíblica. El director debe examinar cada canción con mucha atención y preguntarse lo siguiente: ¿dice lo que creemos o va de acuerdo a la visión de nuestra congregación? ¿La atención se centra en los arreglos musicales? ¿Tiene base bíblica?
3- Debemos grabar un CD: Como si fuera la fiebre del oro estamos ansiosos de grabar nuestro CD para que la gente nos conozca. Hoy en día es muy fácil grabar un proyecto musical, es tan fácil que casi cualquier persona puede grabar su CD. Grupos que con el afán de vender CD’s para viajar por el mundo, o para hacerse famosos, grabaron un álbum sin ningún tipo de preparación. No estoy en contra de grabar, solo que creo que un CD debería ser la consecuencia de un ministerio ya establecido, cuando Dios ha confirmado de distintas maneras de que ya es el momento. Grabemos con un propósito claro, extender el Reino de Dios en este tierra.
4- Se debe cantar la canción en el tono original: Cantantes como Israel Houghton, Coalo Zamorano, Freddy Rodríguez, BJ Putnan, etc, cantan en registros de voz muy alto. No tenemos por qué cantar en esos tonos, a veces ni la misma congregación puede hacerlo. Busca un registro donde todos puedan cantar sin tener que hacer explotar las venas de la garganta.
5- Alabanza son canciones rápidas, adoración son las canciones lentas: Desde el punto de vista musical el ritmo no determina esto, sino la letra. Alabanza y adoración es más que música, es una actitud. Las canciones nos ayudan a recordar las virtudes de Dios, lo que Él es y lo que Él hace.
Fuente: Soydecristo.com