Este pastor tuvo un lento comienzo en su ministerio. Él no tenía hogar… y no tenía dinero. Pero, recientemente dirigió una campaña de oración masiva que incluyó a 17 mil pastores.
Con 60 años, el pastor Abraham ha logrado un hito en su ministerio. Él acaba de terminar una reunión de oración de cuatro días, donde evangelistas de todo el mundo se unieron a un millón de creyentes en la India para pedir a Dios por su país.
Llenar este campo de 60 hectáreas es un gran logro para un país donde la población cristiana es poco más del dos por ciento y para este popular pastor, quien no quería dejar su empleo como químico hace ya 40 años.
“Podría incluso haber tenido un auto. Tener un auto en 1974 era la gran cosa. Era un empleo con buen salario en esa época. Sentía que mi vida estaba segura”, comenta el pastor R. Abraham de la Iglesia de Dios Nueva India.
“Y Dios me habló, casi de forma audible”, asegura. “Dios me dijo: ‘Hijo, te he llamado con un propósito muy específico. Quiero que renuncies a tu empleo, salgas de tu casa y vayas a predicar el Evangelio a tu gente’. Yo me quedé sorprendido”.
Aunque no tenía idea de cómo predicar, el pastor Abraham obedeció al llamado. A pocos meses de iniciar su ministerio estaba en la quiebra, sin hogar y hambriento.
“Tener algo de comer era el milagro más grande de mi vida en esos días. En la noche no tenía donde ir, así que esperaba que las tiendas bajaran su persianas para dormir frente a los corredores. Y empecé a preguntarme: ¿Por qué me llamó? ¿Por qué?”, recuerda.
Tras dos años de oración y paciencia el pastor Abraham se unió con otro ministro para empezar la “Iglesia de Dios Nueva India”. La organización ahora alcanza más de 3.000 iglesias en todo el país.
Ante el esto el predicador comenta que “siempre ha respondido a la guianza de Dios y he respondido a las necesidades. Había una necesidad que me hizo hacer todo lo que usted ve, debido a la necesidad que estaba frente a mis ojos”.
Un llamado hacia los niños
Un orfanato es una de esas necesidades. En Betesda, que significa casa de misericordia, pequeñas niñas recitan pasajes bíblicos con una sonrisa. Esa sonrisa esconde el dolor, mientras comparten sus horribles historias de abuso.
Shavanee recuerda cuando su padre echó gasolina sobre su madre y la quemó viva. Tanu, de 8 años, recuerda a su madre borracha echándola de la casa. Sus historias son muy familiares en un país donde los padres prefieren tener varones.
“Eso me rompió el corazón. Solo pude llorar. Y el Señor me decía, ‘¿quién va a cuidar de ellos?’ Y por primera vez en mi vida, abrí mi boca y dije que los cuidaría. Fui donde sus padres y dije: ‘No los vendan, dénmelos a mí’”, asegura el pastor.
El tiene ahora 14 orfanatos y se ha unido al ministerio Promesa del Huérfano de CBN.
Cosas grandes a veces empiezan pequeñas y el orfanato del pastor Abraham fue así. Empezó hace 10 años. El ministerio alquilaba sólo dos habitaciones en un edificio. Ahora tiene dos edificios, uno para el orfanato y otro para una escuela bíblica.
El ministerio ahora cuenta con 16 universidades. También hay seis escuelas cristianas. “Estoy totalmente comprometido en ayudar a los niños. Tengo un corazón para los niños. Quiero hacer lo mejor”, dice este predicador.
Y el pastor Abraham tiene un corazón para el pueblo indio. Jóvenes y ancianos. Su proyecto más reciente es construir un hogar para pastores jubilados. “Los pastores aquí en la India no tienen pensión, no tienen seguro de vida, no tienen seguro social. Lo único que les queda es ser cuidados por sus hijos o vivir en la calle”.
El pastor ha vivido en las calles y no quiere que nadie más tenga que hacerlo. A sus 60 años, él dice que tiene unos 40 años más para predicar el Evangelio y llegar al hogar celestial. “Mientras estés listo y dispuesto a hacer la voluntad de Dios, eso es lo más importante”, afirma.
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